Las clases han comenzado. Alisté mis lapiceros y borradores de colores (con materiales tóxicos) y esperé impacientemente mis primeras clases y a los nuevos maestros. Los 3 meses de vacaciones me hicieron olvidar lo que era estar encerrada en un aula, ni que decir que lo volví a recordar cuando me dejaron una infinidad de trabajos tan solo en las primeras 2 horas de clase.
A primera vista mis maestros no parecen aterradores, pero hay ciertas leyendas urbanas acerca de cierto zanganillo que faltó a nuestra primera clase. Lo esperé durante 40 min, luego me di cuenta que la vida se me estaba secando y huí a la libertad.
Dicen que cuando este individuo endemoniado entra al aula el ambiente se oscurece, de las paredes sale un hedor a azufre y cuando camina puedes sentir un ruido de cadenas que se arrastran por el suelo.
El ciclo pasado los valientes/idiotas alumnos que estaba con él intentaron amotinarse y pedir un cambio de maestro. Fue el peor error de sus vidas, los iniciadores de este motín desaparecieron de la faz de la tierra y el resto ha quedado condenado a ser urracos de Magaly, fotógrafos de las malcriadas del Trome y a trabajar con Lucar.
*El equipo de Natalaya-ness no tiene nada encontra de los urracos de Magaly, el Trome y sus malcriadas y Lucar... nahh si los tenemos*
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